Análisis post electoral, en Argelia

23/04/2009 | Opinión

Según se preveía, Abdelaziz Bouteflika gana un tercer mandato presidencial tras una campaña predecible y sin rivales que le hagan sombra

Aunque aparentemente a los votantes se les ofrecieran muchas alternativas debido al trabajo de los doce candidatos para satisfacer las condiciones de registro y dirigir sus campañas, la mayoría de ellas mediocres, la verdad es que ninguno de ellos estaba tan preparado ni motivado como el actual presidente saliente, Abdelaziz Bouteflika. Bouteflika dejó clara sus intenciones de querer se reelegido y forzó varias enmiendas constitucionales para abolir la ley referente al límite de legislaturas, permitiendo, por ejemplo, un tercer mandato de cinco años para un presidente en funciones. La campaña presidencial de Bouteflika se ha ido fraguando a lo largo de los años y no ha sido una iniciativa organizada de la noche a la mañana, como es el caso de casi todos los demás candidatos.

El presidente controla prácticamente la burocracia y todos los partidos políticos como el poderoso partido FLN (Frente de Liberación Nacional), que trabajó sin cesar para que consiguiera el tercer mandato. Logró volver a captar al partido nacionalista RND al reasignar como presidente del gobierno a su cabeza de partido, Ahmed Ouyahia. Durante un periodo corte de tiempo, después de que Ouyahia fuera relegado de su puesto, la RND empezó a distanciarse de Bouteflika una vez que Ouyahia deseara alcanzar el cargo. Pero todo esto cambió. Bouteflika también trabajó para debilitar a los partidos opositores, prácticamente irrelevantes en el actual organismo político de Argelia. De esta forma, lo que quedó fue una cantidad enorme de recursos disponibles para Bouteflika a la hora de hacer campaña para su reelección.

Siguiendo la trayectoria de Bouteflika, observamos que logró dominar el arte de obtener influencias dentro de los círculos críticos más importantes. Desde su llegada a la presidencia de la República en 1999, amplió su influencia en el mundo de la política, la seguridad y los negocios, los tres ejes clave de una estrategia que tiene como objetivo el continuar en el sistema de gobierno de Argelia. El aumento de los capitalistas argelinos significó que se necesitaba una nueva élite de poder traída bajo la autoridad gubernamental. Para algunos, el dinero y la financiación de la campaña no es tan importante como el apoyo corporativo en forma de refrendos en asuntos de política económica. Al atraer el poder de estos tres sectores, Bouteflika y sus partidarios han sido capaces de llevar a cabo la campaña electoral con más recursos e influencia del país.

Este año, la campaña de Bouteflika ha sido dirigida desde un lujoso chalet situado en Paradou en Hydra, un barrio de clase alta de la capital. Pasando por independiente, el presidente saliente y entrante, junto a sus aliados, ha construido una sólida organización dotada de una gran cantidad de seguridad. Al igual que sucedió en el pasado y a pesar de que el director oficial de campaña presidencial fuera Abdelmalek Sellal, quien lo organizaba y lo preveía todo era su hermano, Said Boutefliak.

En la sede de campaña era claramente visible que seguían el modelo estadounidense. Los trabajadores de la campaña sacaban provecho de todos los equipos, capacidades de comunicación y medios de transporte. Los recursos se ampliaron a edición, logística, catering y todos los demás aspectos que incluye una campaña moderna, sin permitir a los demás candidatos hacerle la competencia. Desde esta casa, los directores de campaña trataron de llegar a las diferentes organizaciones del país, incluyendo aquellas que estaban en las zonas rurales más recónditas, proporcionándoles una estrategia para abordar temas específicos de las elecciones dentro de las provincias y las zonas rurales.

No se aplicó ninguna de las leyes relativas a la financiación de las campañas electorales

A diferencia de lo que les gustaba decir a algunos asistentes próximos al presidente, el apoyo de la comunidad empresarial no se recibe sólo refrendando la plataforma económica presidencial sino que también se recibe mediante financiaciones reales. Los recursos destinados a la sede de campaña situada en Paradou fueron abonados por Reda Kouninef, un empresario veterano de 36 años que también apoyó la candidatura de Bouteflika en 2004. Reda, próximo también al hermano de Bouteflika llamado Seda, es el hijo del último Ahmed Kouninef, muy conocido en el mundo de los negocios argelino y que en los años noventa forjó su fortuna importando materiales de construcción.

Mientras que muchos dirigentes de negocios han apoyado la candidatura de Bouteflika, sobre todo por parte de las élites de la comunidad empresarial del oeste de Argelia, el seguidor más incondicional continua siendo con diferencia Reda Kouninef, cuya amplitud de negocios va desde KOU GC, una empresa constructora fundada en 1974 con socios como Metio de los Emiratos Árabes Unidos, la empresa alemana Heitkamp y la turca ESER. Las empresas de Reda también están implicadas en la construcción y el mantenimiento de las ciudades petroleras del sur, asociadas con Kaiser Gaz Construction International S.A. Una de las empresas de comunicaciones de Reda es Jet Multimedas a la cual se le asignó todo el apoyo de marketing, desde las presentaciones multimedia utilizadas en los discursos de campaña de Bouteflika hasta los pósters, entre otros; Cogral se encargaba de la parte de comidas, permitiendo el suministro de comida a los trabajadores de la campaña y Secur Group facilitaba servicios de seguridad y cuadrillas. Además, Mobi One y Mobinet, empresas del sector de la telefonía pertenecientes a Reda, facilitaron los servicios de telecomunicaciones. Todos estos ejemplos de empresas son sólo unos cuantos. Una de las fuentes asegura que la contribución de los negocios a la campaña de Bouteflika no incluía donaciones en efectivo pero venían en forma de servicios y productos. ¿Qué diferencia hay?, esta situación suscita una serie de preguntas acerca de la influencia en la política de Argelia, preguntas difíciles de tratar dado que incluso las democracias más antiguas están llenas de lagunas jurídicas. No obstante, Argelia tendrá que tratar estos problemas cuando el clima político lo permita y cuando se convierta en un país políticamente maduro.

La realidad era que Reda Kouninef no era el único que proporcionaba recursos. La campaña podría haberse aprovechado de los dirigentes empresariales, la mayoría de los cuales tenían una relación larga con el presidente y le apoyaban, que se dio la casualidad que eran del oeste de Argelia antes de que sus negocios pasasen a ser importantes sociedades nacionales. Mientras que es muy probable que los recursos no siempre constituyan el interés principal de la campaña de Bouteflika, la lealtad al presidente por parte del mundo empresarial es de suma importancia. Una de las fuentes también apunta a que una gran cantidad de los ingresos y el sustento de todas estas empresas recaen prácticamente en su totalidad en los contratos públicos. Hay una relación simbiótica entre el gobierno y los negocios, y las que surgen conciernen de manera considerable a la transparencia, el principio de legalidad, la democracia y la dirección gubernamental en general.

Muchos de los candidatos luchan para que se escuchen sus quejas sobre los enormes recursos facilitados a Bouteflika por un número cada vez mayor de empresas deseosas de comprar influencias. A finales de febrero, 19 políticos anunciaron su interés por presentarse a las elecciones y sólo 12 de ellos pudieron obtener las 75.000 firmas necesarias para validar su candidatura. Sin embargo, sólo 9 siguieron adelante con la presentación de su solicitud al órgano constitucional en el plazo indicado.

La mayoría de los candidatos que presentaron sus solicitudes procedían de zonas rurales y de partidos de la oposición poco eficientes y sin recursos para captar la atención de los votantes. Entre ellos están Moussa Touati, presidente del Frente Nacional Argelino (FNA), Ali Zeghdoud, jefe del Rassemblement Algérien (Agrupación Argelina, RA) y Djahid Younsi, secretario general del Movimiento El Islah. Siguió Louisa Hanoune, la jefa del Partido de los Trabajadores de Argelia y luego vino Rachid Bouaziz, Belais Faouzi Rebaine, presidente del Ahd 54.

A excepción de Louisa Hanoune, la mayoría de los otros candidatos son desconocidos para la ciudadanía y esto es un problema ya que una vez se confirman los candidatos, estos sólo tienen unas pocas semanas para darse a conocer al público antes de las elecciones, una tarea complicada debido a las confusas leyes de las campañas que rigen la utilización de los medios de comunicación por parte de los candidatos. De todos los candidatos, Louise Hanoune es la persona más reconocida en el grupo. Su solicitud incluía 141.000 firmas de las cuales aproximadamente 1.000 eran dirigentes locales de 47 provincias. Sin embargo, todo eso no fue suficiente para constituir una oposición sólida que hiciera frente a Bouteflika.

The North African Journal, publicado el 12 de abril de 2009.


Traducido por Raquel Barrajón, alumna de la Universidad Pontificia Comillas de Madrid Traducción /Interpretación, colaboradora en la traducción de algunos artículos.

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