Doloroso regreso a casa: el gobierno devolvió a Namibia huesos traídos a Alemania durante su periodo colonial. En la ceremonia de entrega que tuvo lugar en la catedral francesa Friedrichstadtkirche de Berlín a finales de agosto pasado , la secretaria de Estado para el departamento de Cultura Política Internacional del Ministerio de Asuntos Exteriores, Michelle Müntefering (SPD), pidió a la ministra de Cultura namibia, Katrina Hanse-Himarwa, la más profundas disculpas por tal “execrable injusticia” del periodo colonial.

Alemania ejerció el dominio colonial de Namibia desde 1884 hasta la Primera Guerra Mundial bajo el nombre “África del Sudoeste Alemana”. Cuando el pueblo Herero se levantó en 1904 contra la expropiación de tierras y el despotismo, el general Lothar von Trotha ordenó su exterminio. Decenas de miles de hombres, mujeres y niños se vieron forzados a marchar por el desierto Omaheke; el acceso al agua les había sido cortado. Alrededor de 60.000 hereros perdieron la vida.

Meses después se produce el levantamiento del pueblo Nama. En su brutal aplastamiento murieron cerca de 10.000 personas. Asociaciones de víctimas apuntan a un 70% del total de la población Nama. Durante la época colonial alemana se estima que unos 100.000 miembros de las etnias Herero y Nama fueron sistemáticamente asesinados. Su exterminio es considerado uno de los primeros genocidios del siglo XX.

Durante su discurso, Müntefering dijo que Alemania “permanece firme ante su responsabilidad histórica”. Deseó que con la devolución de las osamentas se pueda, de algún modo, cerrar las heridas. Por su parte, Hanse-Himarwa, dio fe de que Alemania, en los últimos años, ha avanzado “a pasos agigantados” hacia la reparación de este pasado colonial. Dio a entender, no obstante, que Namibia sigue esperando de Alemania un reconocimiento oficial de atrocidades como el genocidio así como una disculpa a ese nivel.

Alemania trata desde 2015 con Namibia el tema de la reparación por su pasado colonial. Sobre la mesa está también los pagos por compensación. El jefe de negociaciones, Ruprecht Polenz, dijo el miércoles que el gobierno alemán quiere implicarse materialmente a largo plazo para “reparar las heridas procedentes del periodo colonial”. Como añadió que este compromiso pudiera ser.

A la pregunta sobre por qué no se ha pedido un perdón oficial desde el gobierno federal, Polenz respondió que el perdón debe de ser aceptado también por Namibia. “Al respecto tiene que saber Namibia que nos lo tomamos en serio”, añadió en referencia a las negociaciones.

Polenz viaja el jueves junto a la secretaria de Estado, Müntefering, con las osamentas a Windhuk, donde está preparada para el viernes una ceremonia de acogida. Polenz participará también en varias negociaciones.

Fueron devueltos los restos de 27 personas entre los que se encontraban 19 calaveras, cinco esqueletos entre otras partes procedentes de fondos ubicados en diferentes universidades alemanas, museos y colecciones privadas. Todo ello recogido durante el periodo colonial por parte de investigadores que lo trasladaron a Alemania. Los análisis de entonces fueron utilizados para construir teorías racistas. Müntefering explicó que esta era la tercera devolución de este tipo desde 2011 a la que seguirán otras.

La visita de la delegación namibia compuesta por 74 miembros trajo consigo el debate sobre la reparación. El tradicional líder herero, Vekuii Rukoro, criticó durante la ceremonia que las peticiones del pueblo Herero y Nama en las conversaciones con el gobierno estaban siendo “disipadas”. Añadió que, como “descendientes directos” de los muertos debían de ser escuchados.

Durante la misa conmemorativa, asistentes de la coalición de ONG “El genocidio no prescribe” realizaron una vigilia delante de la iglesia. En un comunicado oficial trasladaron que “aún tras una tercera entrega en persona a Namibia de los huesos de los pueblos Herero y Nama, todavía no han recibido una disculpa oficial del gobierno federal”.

Traducción y redacción: Silvia R. Zazo

Fuente: welt

[Fundación Sur]

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