El grupo militante somalí al-Shabaab ha ejecutado a 18 personas desde el pasado miércoles, un número sin precedentes para el grupo terrorista que se encuentra bajo la presión de los ataques aéreos de Estados Unidos.
El domingo, los militantes mataron a cuatro personas en la ciudad sureña de Jamame, inmediatamente después de que el juez de un tribunal al-Shabaab los declarara culpables. Los pelotones de fusilamiento dispararon y mataron a dos hombres acusados de ser soldados del gobierno somalí y a una mujer acusada de ser espía de Kenia. Los militantes identificaron a la mujer como Iqra Abdi Aden, de 20 años. Después, un hombre de 18 años, Nur Bakar Jirow, fue apedreado públicamente hasta la muerte por presunta violación de una niña de 16 años. El hombre argumentó que el sexo era consensuado, pero el juez dictó que merecía la pena de muerte porque estaba casado en ese momento.
El sábado, al-Shabaab fusiló a tres hombres acusados de ser soldados del gobierno somalí en la ciudad de Kurtunwarey, en la región del Lower Shabelle. En la ciudad de Buale, en la vecina región de Middle Jubba, los militantes del grupo ejecutaron a un hombre acusado de llevar a cabo prácticas de brujería.
Los días 3 y 4 de julio, al-Shabaab disparó y mató a 10 hombres en dos ejecuciones separadas en las ciudades de Hagar y Salagle, en el sur de Somalia. El grupo acusó a los hombres de espiar para el gobierno somalí, Kenia y la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de Estados Unidos.
Todas las víctimas fueron condenadas por tribunales militantes, según las páginas web de medios de comunicación afiliados a al-Shabaab. Los tribunales de al-Shabaab no permiten que los abogados representen a los acusados, y las pruebas se basan en gran medida en supuestas confesiones. La crítica cree que las milicias de al-Shabaab torturan a los acusados para forzar las confesiones.
El grupo no ha dado una razón para el aumento de las ejecuciones, pero ha sido blanco de docenas de ataques aéreos estadounidenses en los últimos dos años y medio. Los ataques aéreos se llevan a cabo a menudo en base a la información de inteligencia reunida sobre el terreno por fuentes del Gobierno somalí.
En otros actos de violencia, según testigos al menos siete personas resultaron muertas y otras 22 heridas en Mogadiscio el lunes en dos ataques separados. El primer ataque tuvo lugar cerca de un hospital civil cuando la policía de Mogadiscio detuvo un vehículo cargado de explosivos. El conductor se negó a salir del vehículo, lo que obligó a la policía a abrir fuego. Momentos después el vehículo explotó matando a dos personas e hiriendo a otras 18. Por otra parte, un presunto vehículo militante intentó pasar por un puesto de control de seguridad en una carretera abarrotada de gente en Mogadiscio. Las fuerzas de seguridad respondieron matando a dos militantes. Un miembro de la policía y dos civiles también fueron asesinados, según los testigos. Otros cuatro resultaron heridos en el ataque.
Fuente: All Africa
[Traducción y edición, A. Martínez Pradas]
[Fundación Sur]
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