África: sectores a tener en cuenta en el 2009

27/02/2009 | Opinión

Los expertos que participaron en el Foro Económico Mundial en Davos, mientras discutían en la sesión de África, decían que a este continente, aunque también estuviera afectado por las crisis, le irá “relativamente mejor” que a otras regiones del mundo durante el 2009. El optimismo está motivado por el hecho de que los mercados de capitales de África, exceptuando el de Suráfrica, no están integrados a los mundiales, por lo que se limitan los efectos de la crisis. Bright B. Simons analiza tres sectores económicos que son de máximo interés para los inversores potenciales del 2009.

Agricultura

Los países del Golfo han llegado al Cuerno de África con verdaderas ganas, buscando comida. Más concretamente, están buscando tierras de cultivo. Alguien ha hecho las cuentas y ha descubierto que si hubiera un sentido comercial para hacer oasis agrícolas en los desiertos de Arabia, tendría mucho más sentido invertir en las tierras de la región de Sahel con fines agrícolas.

La agricultura y los procesos en este ámbito son áreas que están abandonadas desde hace mucho tiempo con respecto a la inversión en cultivos. A pesar de que el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA) estima que las inversiones en agricultura suponen beneficios cuatro veces superiores a los ingresos corrientes en otros sectores, los productos agrícolas constituyen menos de la mitad del porcentaje de la exportación total a Estados Unidos, por citar un destino, según el favorable informe del Acta de Crecimiento y Oportunidad para África (AGOA). De hecho, entre el 2007 y el 2008 el valor de los productos agrícolas africanos cayó un 25% en la importación de Estados Unidos.

El gobierno y las políticas deficientes para el desarrollo de los sectores, junto con la ignorancia general de los productores sobre las oportunidades incluso cuando son fácilmente accesibles, han conspirado juntos para garantizar que la agricultura, a pesar de dar empleo a un 60% aproximadamente de la población de la mayoría de los países africanos, sigue siendo el sector que experimenta el crecimiento más lento de todos los sectores de la economía africana.

Se han realizado muchos avances respecto a la nutrición, la tecnología de semillas, el cultivo de plantas y las técnicas de preservación, y hay una mayor tendencia al consumo exótico por parte de Occidente (como lo orgánico y el comercio justo). Todo esto hace que este sector sea especialmente rentable para el capital destinado a la búsqueda de éxito estratégico.

Teniendo en cuenta que los inversores de Corea del Sur están invirtiendo en el campo y que los agricultores chinos están cultivando las mesetas del sur de África, la agricultura será uno de los ámbitos más interesantes de la nueva África, después del 2008.

Telecomunicaciones

Los nuevos mercados en el norte de África (Libia ha logrado el 100% de implantación de telefonía móvil) y los poco desarrollados pero saturados mercados del África subsahariana en el desierto de Kalahari son retos y oportunidades muy interesantes.

Con el boom de la licencia para implantar el sistema 3G en el norte de África, la implantación de los servicios emergentes es el nuevo campo de juego, así como los proveedores de servicios en Túnez, Argelia, Marruecos y Egipto para profundizar y expandir los mercados de servicios de banda ancha y conexión inalámbrica. Atención a la frenética actividad de Argelia, donde la implantación de dichos servicios está alcanzando el 90%.

Marruecos tiene una excelente reputación por haber lanzado el servicio Protocolo sobre televisión IP (IPTV) en África por primera vez y los expertos son muy optimistas respecto a sus mercados de aplicación, y están estudiando cómo la expansión del WIMAX (Worldwide Interoperability for Microwave Access: interoperabilidad mundial para acceso por microondas) impactará en las características de los servicios en el sector de la comunicación del norte de África.

Sudán sería una joya si se diera algo así. El ambiguo potencial del sector de las telecomunicaciones de los países del Cuerno de África no funciona muy bien. Actualmente se están invirtiendo grandes cifras desde el otro lado del océano en este sector, considerado poco explorado por la mayoría de los analistas. Se podría comparar la situación de Ghana, donde seis titulares de licencia para implantar servicios de conexión móvil están intentando beneficiarse de la situación, con el caso de Sudán, con una población mayor y mejores perspectivas de crecimiento (sin tener en cuenta la inestabilidad política y la caída del precio del petróleo), donde tres compañías de telefonía han empezado recientemente a lanzar al mercado servicios de conexión de banda ancha con fines lucrativos. El sur del país está repleto de petróleo, pero es un territorio muy maltratado tras la guerra civil. Mientras que la región emerge ante un futuro seguro y autónomo, la necesidad de modernizarla es urgente, y las telecomunicaciones son una prioridad para lograr este objetivo.

El ambiguo potencial del sector de las telecomunicaciones de los países del Cuerno de África no funciona muy bien. Actualmente se están invirtiendo grandes cifras desde el otro lado del océano en este sector, considerado poco explorado por la mayoría de los analistas.

La implantación de la comunicación móvil en el norte de África ha fomentado un resurgimiento fascinante del interés en la línea fija y en los servicios derivados de la misma, servicios que deberían ser estudiados con atención. Por lo que respecta a la competitiva pero baja implantación en el este, centro y oeste de África, los servicios basados en Internet proporcionan perspectivas para levantar las grandes barreras a las que se enfrentan los operadores.

Infraestructuras

El Informe de 2008 del Panel de Progreso de África llevado a cabo por el ex-secretario general de la ONU, Kofi Annan, mencionaba las Inversiones en el Mundo en las Empresas Transnacionales y en el Reto de las Infraestructuras de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD) con el fin de enfatizar la importancia del impulso a las infraestructuras para fomentar el desarrollo en todo el continente. El 60% de los negocios encuestados lo mencionan como su preocupación fundamental.

Pero es obvio que la situación de las infraestructuras en el continente debería ser visto como una oportunidad, más que como una limitación de la inversión.

La tendencia más seguida respecto a este tema es el desplazamiento sutil de la tradicional ODA (Desarrollo de la Asistencia Transoceánica; es decir, ayuda) por la complejidad del PPP (Partenariado Público Privado), y el fondo para llevar a cabo proyectos se va acercando poco a poco a la cuestión de las infraestructuras.

En primer lugar, se puede considerar la cuestión del desarrollo planteada desde indicadores de desarrollo humano, y unos pocos se contarían con claridad: en una región de 300 millones de africanos no se goza de un abastecimiento de agua potable limpia, y 450 millones no pueden acceder a una sanidad digna. Menos del 4% del abastecimiento sostenible de agua ha sido destinado a las medidas urgentes de irrigación para el desarrollo agrícola, la generación de electricidad hidroeléctrica y la toma de agua para consumo residencial e industrial. Después, se observa el compromiso Gleneagles de doblar la ayuda oficial para el 2010 y lo lejos que está ese compromiso de realizarse, y la única conclusión viable que surge es una intensificación de los mecanismos alternativos para la solución del subdesarrollo.

Desde mi punto de vista, ese es el mejor marco para evaluar los proyectos emergentes como el Consorcio de Infraestructura para África de Estados Unidos, el cual ha financiado la solución a las necesidades de desarrollo en las infraestructuras de África con 38.000 millones de dólares anuales (dos tercios de esta cifra destinados a la energía) y ha establecido un compromiso a medio plazo de donar otros 10.000 millones de dólares.

También está el Fondo Fiduciario para Infraestructuras UE-África, así como las iniciativas surgidas del Foro de Capital de Riesgo de África, la mayoría de las cuales datan del 2007. La Corporación de Inversión Privada para el Exterior (OPIC, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos está trazando un número de fondos centrándose en África con el objetivo de inyectar de inmediato 875.000 millones de dólares. Los jugadores mundiales del capital de riesgo, Warbug Pincus y Balackstone Capital se unieron en el 2007 para fundar Cosmos Energy, con el fin de llevar a cabo actividades de búsqueda de petróleo en las aguas de Ghana con un capital de 500.000 millones de dólares.

Varias Agencias del gobierno de Estados Unidos han llevado a cabo estudios de viabilidad sobre la integración de la energía en el oeste de África en cuestión de electricidad interregional, el Fondo Común de Energía de Hidrocarburos y sistemas de distribución de energía. Finalmente, miles de millones se destinarán a estos fines.

La convergencia de otros aspectos del desarrollo es incluso más apasionante, como el cambio climático en especial, con esta infraestructura que tiende a crecer cada día. Véase la Instalación de Cooperación para el Carbón Forestal (FCPF), impulsado por el Banco Mundial y otros nueve países donantes en el 2007, o la Iniciativa de los Bosques de la Cuenca del Congo. A esta última iniciativa se destinaron 160.000 millones de dólares.

Nadie podrá negar que el impacto directo de estos proyectos en el desarrollo de África es meramente representativo en el presente. Pero desde un punto de vista inversionista, los nuevos inversores se aproximan al desarrollo conducido por el crecimiento de las infraestructuras, y ésta es una nueva tendencia que se debería estudiar, ya que ofrece una maravillosa oportunidad para los inversores perspicaces ansiosos de recibir altos beneficios de sus negocios en África y a su vez preocupados por la necesidad de racionalizar el riesgo.

Debería terminar este comentario con una observación un tanto descarada. ¿No es un poco extraño que hoy en día se deban ejercer fuerzas persuasivas para convencer a la gente sobre lo positivo que es invertir en África? Es como si África fuera la última frontera en abrirse. La verdad, con datos reales, es que en la década de 1970 África tenía más ingresos de Inversión Extranjera Directa (IED) que cualquier otra región del mundo en desarrollo, incluida Asia. En 1974, según los datos sobre IED de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo, el 65% de las Inversiones Extranjeras Directas fueron destinadas a África.

Ya ha ocurrido antes y podrá volver a ocurrir. Así que: inversores que estáis sentados en el muro, cuando hayáis mirado, saltad.

Por Bright Simons

Bright es un afiliado de AfricanLiberty.org y director de IMANI-Ghana, y ha sido votado este año como el sexto hombre más influyente en África por Foreing Policy Magazine (revista estadounidense sobre relaciones internacionales y economía). Su experiencia proviene de una gama de intereses multidisciplinares en las artes de la comunicación, economía política e innovación social. En el 2008, el Foro Económico Mundial lo nombró Pionero de la Tecnología, así como Inventor Emprendedor por Ashoka y TED. Este artículo fue publicado por primera vez por TradeInvestAfrica.

Artículo tomado del portal web Imani, de Ghana, el jueves, 12 de febrero de 2009.

Traducido por Arantza Cortázar, alumna de la Universidad Pontificia Comillas de Madrid Traducción /Interpretación, colaboradora en la traducción de algunos artículos.

Autor

Más artículos de Administrador-Webmaster