En este momento en el que predominan ideas negrófobas y revisionistas, en la línea de las ideologías del pasado que negaron a los pueblos africanos tener historia y civilización además de la incapacidad congénita de encargarse de su propio destino, es preciso aclarar la opinión acabando con las falsas ideas heredadas y los tópicos que el público occidental suele hacerse del continente, consciente o inconscientemente, recordando algunas realidades históricas y actuales. Todo ello sin caer en los dos extremos, casi dogmáticos, que son el afropesimismo o afrocatastrofismo cínico y el afrooptimismo de complacencia, para adoptar el afrorrealismo o la afroresponsabilidad consistente en explicar aquellas realidades no a partir de sus efectos, sino de sus causas estructurales y coyunturales, externas e internas, al margen de las simplificaciones abusivas y fáciles. Se suele desgraciadamente insistir más en los fracasos y desgracias
de África que en sus logros y éxitos.
África no mira al norte o al este, sino hacia adelante, por Lázaro Bustince
Hoy en día, los Emiratos Árabes Unidos son el cuarto mayor inversor en África, después de la Unión Europea, China, y Estados Unidos. Durante los...