África no sueña con Europa

9/05/2016 | Editorial

Hoy, día 9 de mayo, se celebra la Fiesta de Europa. Pero, ¿qué celebra Europa?.

La UE es sin duda un compromiso necesario de colaboración en diferentes ámbitos de la vida social, dado que vivimos en un mundo cada día más globalizado. Se trata de una Unión político-económica y cultural, beneficiosa para todos los estados miembros y sus ciudadanos.

Al mismo tiempo esta UE incluye algunos retos importantes que no acierta a gestionar de forma justa y democrática. La toma de decisiones está cada día más lejos de los ciudadanos.

Y lo más grave es que el sistema capitalista neoliberal se vuelve opresor y cruel para la mayoría, cuando el centro de atención debería ser: cada ser humano y su bienestar.

El bien común es la única razón de ser y objetivo de toda política y economía. Sin embargo la desigualdad aumenta constantemente entre los ciudadanos.

La política exterior de la UE y sus multinacionales en África sobre todo sigue siendo colonizadora y empobrecedora. El trato que la UE otorga a los inmigrantes africanos y otros es sencillamente inhumano, cruel y vergonzoso.

La mayoría de los emigrantes, refugiados y desplazados africanos se quedan en el continente y no buscan atravesar el Mediterráneo o alcanzar algún país de la UE.

El continente africano está lleno de nómadas invisibles. Según el Banco Mundial, el año pasado el número de inmigrantes internacionales, dentro del continente, superó los 250 millones de personas y cada día 42.000 personas se vieron obligadas a abandonar sus casas por la violencia, casi cuatro veces más que hace cinco años.

Las economías emergentes en las regiones en desarrollo se han convertido en imanes para los habitantes de los países pobres y la inmigración sur-sur ya superó ampliamente los movimientos sur-norte.

Un 38% de los flujos migratorios globales se produce cuando personas de países en desarrollo emigran o huyen a otros países del hemisferio sur.

Aunque la atención mediática se centra en los flujos migratorios hacia Europa, y la impresión general pueda indicar que todos los africanos sueñan con llegar al Viejo Continente, la realidad desmiente que África desee a Europa.

El año pasado, solo el 14% de las llegadas totales al continente europeo (150.000 personas) fué de ciudadanos africanos. El año pasado también, seis de los diez países con más desplazados y refugiados del mundo fueron africanos: Somalia, Sudan, Sudan del Sur, RDC, RCA y Eritrea. ACNUR atiende en África a 4.1 millones de refugiados y a 12,5 millones de desplazados.

El futuro es África. Economías africanas emergentes, como Sudáfrica, Nigeria o Angola son polos de atracción para millones de personas que buscan un futuro mejor lejos de su casa.

La ONU predice que 2.500 millones de personas se moverán de zonas rurales a áreas urbanas para 2050. El 94% de esos movimientos ocurrirán en países en desarrollo. Cada vez más africanos ven su futuro en las grandes ciudades africanas.

Según la Organización Internacional de las Migraciones, en África subsahariana, el 61,7 % de la población vive en slums o asentamientos informales junto a las ciudades.

He oído a personas del Sur Sudan, desplazados en Uganda, decir: “Para nosotros es normal moverse. Si en Juba no hay trabajo, buscas una salida en Uganda o Kenia. Y si no, me iré a Nigeria o Sudáfrica” señalan.

Aunque el continente africano tiene algunos de los mayores campos de refugiados del mundo como Dadaab, que alberga a medio millón de personas en la frontera de Kenia y Somalia, o en la región de Kivu (RDC), el 59% no vive en campos de refugiados sino en centros urbanos.

África comparte muchos de los ingredientes de la tormenta perfecta que ha generado una ola global de refugiados e inmigrantes. El aumento de conflictos, la inestabilidad tras las primaveras árabes, la desintegración de Libia y el crecimiento del yihadismo en África subsahariana, han propiciado movimientos humanos de una escala no vista desde la segunda guerra mundial.

Además de lo mencionado anteriormente, las causas más graves de tantos millones de desplazados, son: el acaparamiento de tierras africanas por las grandes multinacionales, la expropiación de minerales raros que ese encuentran en África sobre todo, la necesidad extranjera de alimentos y fuentes de energía de África, la necesidad de los mercados africanos para los productos europeos y extranjeros, el tráfico de personas, el tráfico de armas y de drogas, etc.

Se trata de una nueva “colonización de África” que lideres irresponsables de Europa, África y del Globo, siguen imponiendo a los pueblos africanos bajo nuevas y crueles formas de empobrecimiento y de esclavitud.

El sueño de muchos refugiados o inmigrantes africanos no es Europa sino regresar al hogar, a su tierra ancestral, y poder vivir en paz y dignidad.

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