África llora la muerte de Joseph Ki-Zerbo

11/12/2006 | Opinión

“Se está como muerto, cuando se está acostado”

El Profesor Joseph Ki-Zerbo, uno de los personajes emblemáticos del África de este último siglo, ha muerto, el lunes 04 de diciembre de 2006 por la mañana en Uagadugu, a los 84 años de edad. ¿Historiador u hombre político? Es la pregunta fundamental que, en adelante, aparecerá siempre cuando se quiera hablar de la figura de Ki-Zerbo. Sin duda, será siempre difícil definir a Joseph Ki-Zerbo, en la medida en que el hombre ha sido tanto historiador como político.

Hijo de Alfred Diban Ki-Zerbo y de Thérèse Folo Ki, Joseph Ki-Zerbo nació el 21 de junio de 1922 en Toma, provincia de Nayala, en el centro oeste del actual Burkina Faso. Muy pronto se lanza a la actividad política. En 1958, crea con otros compañeros, como el senegalés Cheick Amidou Kane y el beninés Albert Tévoédjré, su primera formación política, el Movimiento de Liberación Nacional (MLN). Como subraya Amadé Badini (Burkina Faso. Doctor en Letras y Humanidades y profesor en la Universidad de Uagadugú, capital de Burkina Faso), Ki-Zerbo personalizaba “la transdisciplinariedad y la indisciplinariedad”. Este carácter de su personalidad es el que ha quedado hasta el final de su vida, el telón de fondo de su pensamiento para el desarrollo de los pueblos africanos.

Durante el referéndum organizado en el mismo año por el general Charles de Gaulle, en las colonias africanas de Francia, sobre la creación de una comunidad francesa, el MLN fue uno de los pocos partidos políticos que hicieron campaña por el “no”, o sea, por la independencia inmediata. Sin embargo, a pesar de la lucha por la independencia de su país, Alto Volta, Burkina Faso en la actualidad, el “sí” a de Gaulle ganó los escrutinios (99 %). En otros países ocurrió lo mismo, hubo 100 % de “sí” en Costa de Marfil, 98 % en Benín y en Chad, 97 % en Senegal y en Malí, 92 % en Gabón, 78 % en Madagascar y en Níger… (Jean-Paul Gourévitch, La France en Afrique. Cinq siècles de présence: vérités et mensonges, Paris 2004, p. 256) Esto obligará a Joseph Ki-Zerbo y sus compañeros de infortunio a huir para reunirse con Sékou Touré en República de Guinea (Guinea Conakry), el único país africano que había optado masivamente por el “no”. Se puede recordar al respecto aquel famoso discurso de Sékou Touré, el 28 de septiembre de 1958, dirigido a de Gaulle y que ha pasado a la historia: “Preferimos la pobreza en la libertad a las riquezas en la esclavitud”. Con la independencia de Alto Volta en 1960, el profesor Ki-Zerbo regresa a su país para dedicarse a la docencia y continuar su combate político. Él será clave en el movimiento de protesta popular que provocó la caída en 1966 de Maurice Yaméogo, el primer presidente de Alto Volta.

En 1970, en el momento de las primeras legislativas multipartidistas, es elegido diputado por su partido, el MLN. Cerca de una década después, en 1978, es investido candidato para representar el mismo partido en las primeras elecciones presidenciales de la historia de Alto Volta. Pero pierde desde la primera vuelta. Como el caso ha sido frecuente en África, esta experiencia democrática, que hubiera podido servir al continente, se malogra por un golpe de Estado. En 1983, condenado por un tribunal revolucionario bajo el régimen del capitán Thomas Sankara, Joseph Ki-Zerbo se vio otra vez obligado a exiliarse. Esta vez, vivirá en Dakar donde será el responsable de la cátedra de historia de la universidad Cheick Anta Diop. Fue durante este tiempo cuando se quemó su biblioteca, constituida por más de 11.000 libros.

El veterano opositor vuelve a su país en 1992 y es elegido diputado, reforma su partido (MLN) que llevará en adelante el nombre de Partido para la Democracia y el Progreso (PDP), miembro de la Internacional Socialista. El partido se llamará finalmente el PDP/PS, después de una fusión con otra formación de la oposición. Como último gran combate político de Joseph Ki-Zerbo, se puede citar “la lucha contra la impunidad” que inicia después del asesinato del periodista Norbert Zongo en 1998. Con don de palabra y conocedor de los proverbios africanos, el gran profesor sabía atraer a la gente. “Se está como muerto, cuando se está acostado” fue la fórmula que pronunció durante los mítines de protesta con la ocasión de ese asesinato. Esta fórmula es hoy la frase preferida de movilización de los movimientos sindicalistas en Burkina Faso. Y su último acto político fue su dimisión en la Asamblea nacional, el pasado mes de agosto. A causa de la enfermedad que le ha llevado a la muerte, había ya abandonado la dirección de su partido en febrero de 2005.

Alguien poco informado dijo que: “se puede decir que Ki-Zerbo es un sabio”. Pienso que, con toda honestidad, se debe decir que Ki-Zerbo es un sabio. Y no hay duda de que nuestro difunto era uno de los pensadores de África contemporánea que más han influido en su época.
En efecto, Joseph Ki-Zerbo encarna dos figuras importantes en la historia africana. Al lado del hombre político Ki-Zerbo, está el gran intelectual bien conocido en África y en el resto del mundo. Después de sacar su bachillerato en Bamako (capital de Malí), gracias a sus altas notas, Joseph Ki-Zerbo obtiene una beca para realizar los estudios de historia en la Sorbona (París), universidad donde será el primer africano colegiado oficial de historia, antes de obtener su diploma en ciencias políticas en el Instituto de Estudios Políticos de París. En sus Regulae, Descartes decía: “Conocer una sola ciencia es no poseer ninguna”. Ki-Zerbo entendió esta frase y la puso en práctica. Estas formaciones académicas, las completó con la sabiduría tradicional africana y burkinabesa, a la que ha acudido siempre como fuente inagotable de conocimientos y de inspiración para las luchas de emancipación así como para el desarrollo del África negra.

Ki-Zerbo ha sido un sabio y a la vez un gran militante africano. Siempre pensó que la ciencia que había adquirido, lejos de ser un fin en sí misma, era más bien un medio, un arma para participar, junto a los pueblos africanos, en la lucha por el desarrollo. Y que, además, esa ciencia le imponía una responsabilidad mayor y despertaba en él un sentimiento de remordimiento, un deber moral y casi religioso de pagar la deuda contraída con su país, por la suerte que había tenido de ir a la escuela. En una ocasión, él mismo decía: “Nosotros que hemos sido enviados para equiparnos a través del contacto con el Occidente, nuestra deuda es muy grande con respecto a nuestros compatriotas. Ellos esperan de nosotros que demos testimonios en nombre de los nuestros, que les ayudemos a situarse en el mundo en plena evolución y eventualmente a elegir un camino” (J. Ki-Zerbo). Esto es el principal motivo de su enorme labor de divulgación de la historia africana, en los grandes círculos intelectuales, particularmente en los europeos, de sus actividades políticas; su preocupación por la cuestión de un desarrollo “con la llave en mano”, eso es un “desarrollo endógeno”, más concretamente un desarrollo cuyos iniciadores fueran los propios africanos. Pero también y sobre todo, de su gran dedicación al servicio de la educación en África, a la que ha hecho contribuciones importantes, tanto teóricas como prácticas. En su combate científico y político, uno de sus grandes objetivos fue el de dar a los africanos la posibilidad de “un pequeño control sobre la definición de su pasado”.

Ki-Zerbo muere, dejándonos muchos libros y ensayos, que servirán mucho particularmente a las generaciones africanas posteriores, y a toda la comunidad científica, en el campo de la historia de la humanidad. Una de sus obras más importantes es “Histoire de l’Afrique noire”, publicada por la Editorial Hatier en 1972 en París (Francia). “Para ir a delante, hay que saber también de donde se ha venido”, escribe Fernand Braudel, profesor en el Colegio de Francia. Gracias a esta obra de Joseph Ki-Zerbo, sabemos que de todas las civilizaciones que se conocen hoy, la civilización negroafricana es la más cercana a la antigua civilización egipcia (Histoire de l’Afrique noire,… p.81) y que los Antiguos Egipcios, ellos mismos, se llamaban KHEM, es decir Negros; y no se referían a los pobladores de Nubia con un término racial, sino que les denominaban NEHESI, eso es los del Sur (Histoire de l’Afrique noire,… p.80).

Es muy difícil, en un texto como éste, presentar todo el pensamiento de este hombre. Para concluir, voy a mencionar sólo, además de los ya expuestos arriba, algunos de los elementos importantes de su biografía.

1950-1953: Co-Fundador y primer presidente de la Asociación de los Estudiantes de Alto Volta, en Francia.

1956-1963: Profesor en Orleáns, París, Dakar, Conakry y Uagadugú.

1963-1967: Director General de Educación, de la Juventud y de los Deportes de Alto Volta.

1958-1966: Aliado político de Patrice Lumumba y Kwame N’Kruma.

1967-1979: Secretario General del Consejo Africano y Malgache para la Enseñanza Superior (C. A. M. E. S).

1964: Doctor Honoris Causa por la Universidad de Ghana.

Doctor Honoris Causa por la Universidad de Padua (Italia).

Década de los 70: Miembro del Consejo Ejecutivo de la UNESCO.

1970-1978: Miembro del Consejo de Administración del Instituto de las Naciones Unidas para la Formación y la Investigación.

Década de los 80: Vicepresidente del Consejo Internacional de Filosofía y de las Ciencias Humanas.

Obras:

Le Monde Africain, CEDA-HATIER, 1964

Histoire de l’Afrique Noire, HATIER, 1972 y 1978

Histoire Générale de l’Afrique, UNESCO-Director del Volumen I-Director del Volumen IV

Eduquer ou Périr, UNESCO, UNICEF, HARMATTAN, 1990

La Natte des autres: Pour le développement endogène, CODESRI, C.R.D.E, KARTHALA, 1991

Compagnons du Soleil, La Découverte, Paris, 1992.

A quand l’Afrique? Les Editions d’en bas, Lausanne 2003, Les Editions de l’Aube

Muchos manuscritos y diversos ensayos y conferencias.


Mathieu Nyankoe LOUA

Autor

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