África: Las negociaciones sobre comercio instan a los gobiernos a acciones factibles

18/03/2009 | Opinión

Las controvertidas negociaciones sobre acuerdos de comercio entre la Unión Europea y los bloques regionales en África están obligando a los gobiernos a replantearse el mejor modo de promover la integración económica por todo el continente. El impacto de los acuerdos dependerá en si los gobiernos se esfuerzan en consolidar las comunidades regionales existentes o si permite que los planes globales para la integración se conviertan en sustitutos de la acción, escribe Nkululeko Khumalo del Instituto Surafricano de Asuntos Internacionales.

África nunca ha tenido escasez de ambiciosos proyectos o planes globales de integración económica o política. Sin embargo, salvo unas pocas excepciones, estos planes no se han llegado a realizar.

Se han planteado muchas preguntas y se han propuesto una plétora de teorías para explicar esta situación poco satisfactoria. Aunque se han intentado diversas nuevas iniciativas, prevalece en gran parte el statu quo.

El Instituto Surafricano de Asuntos Internacionales y el Centro Europeo para la Administración de Políticas de Desarrollo organizaron recientemente una conferencia de alto nivel que abordó diversos asuntos pertinentes relacionados con el impacto en la integración regional en el este y sur de África de las negociaciones de los Acuerdos de Asociación Económica (EPA) entre la Unión Europea y agrupaciones regionales de países en África, el Caribe y el Pacífico.

En los debates de la conferencia quedó claro que en África el problema ya no es solo el fracaso al ahondar en la integración si no más bien cómo resolver la fragmentación, que irónicamente surge de países que han traslapado la pertenencia a muchos organismos de integración regional con planes similares.

La pertenencia múltiple y traslapada a las comunidades económicas regionales (CER) ha creado una compleja red de compromisos de competencia que junto con las diferentes normas comerciales han tenido como resultado altos costes para el comercio dentro de África y han socavado los esfuerzos para la facilitación del comercio que deberían estar en el centro de los planes de integración.

Las negociaciones de los EPA con la UE han agravado el problema. Aunque el objetivo de los EPA es, entre otras cosas, promover la integración regional, su impacto inmediato ha sido el aumento de la fragmentación de los organismos económicos regionales existentes por toda África, excepto en la Comunidad del África Oriental, donde parece darse la situación contraria.

Hay muchas quejas serias sobre el impacto negativo de los EPA en los esfuerzos de ahondar la integración. Las negativas se conocen bien y han recibido mucho “tiempo de emisión” en numerosos foros en África y fuera. Sin embargo, tal y como han observado muchos analistas creíbles, quizás lo más importante al planificar la salida del actual atolladero, es el hecho de que los EPA han forzado, hasta cierto punto, un serio debate sobre la eficacia del plan de integración actual, al estar caracterizado por múltiples y traslapadas pertenencias.

Las negociaciones sobre estos acuerdos, también dan una oportunidad a los países africanos para que reflexionen sobre qué tipo de integración quieren realmente. De hecho, en negociaciones sobre varios asuntos clave, los países africanos que querían negociar con otros, todavía tenían dificultades para no discriminar a otros proveedores, a pesar de que se supone que tienen que liberalizar y abrir sus mercados a los proveedores de la UE.

En la Comunidad de Desarrollo para el África Austral (SADC), está llevando tanto tiempo el negociar los servicios interregionales para la liberalización del comercio, que no parece que vaya a haber movimientos reales próximamente. Incluso si se ratificara en un futuro próximo un borrador de protocolo sobre los servicios que ahora se están debatiendo, se tardarían años en aplicarlo y no hay nada que asegure una aplicación uniforme por toda la región. Quizás los EPA traerán el tan necesario ímpetu para dichos procesos regionales.

En respuesta a la actual fragmentación, que los EPA han llevado a niveles absurdos, la Unión Africana (UA) ha emprendido un esfuerzo para racionalizar y armonizar las comunidades económicas regionales africanas y sus políticas y actividades. Aunque todavía no está claro qué efecto están teniendo los esfuerzos de la UA, es evidente que el deseo de más CER ha desaparecido y que la forma de progresar parece estar en gran parte en la consolidación de alguna de las comunidades viables existentes.

Una de las cosas más esperanzadoras que surgió a partir de la reciente conferencia fue el cambio detectado en la preferencia del modelo de integración económica lineal, en el que los estados pasan de los acuerdos de libre comercio (FTAs) a uniones aduaneras, mercados comunes y otros, hacia acuerdos de libre comercio simples con el aspecto práctico de que facilita el comercio a través de las fronteras regionales.

De acuerdo con esta idea, se han expresado dudas sobre la necesidad de tener una unión aduanera entre la SADC y el Mercado Común para el África Oriental y Meridional (COMESA).

La última iniciativa destinada a resolver las dificultades que surgen de las pertenencias traslapadas es la llamada Alianza Tripartita que incluye a COMESA, a SADC y a la Comunidad del África Oriental.

Aunque la alianza recibió importantes apoyos políticos de los jefes de estado y los gobiernos, y tiene muchos objetivos importantes para la facilitación del comercio, supuestamente todavía tiene como objetivo establecer uniones aduaneras a largo plazo. Muchos eruditos y responsables políticos africanos creen que su idea inicial de solo tener un acuerdo de libre comercio era la más viable para progresar aunque era difícil ponerla en práctica. Esto se debe simplemente a que declarar la unión aduanera daría a sus autores el sentimiento de logro pero la unión puede llegar a no tener sentido.

Por último está claro que los EPA han llevado a un importante replanteamiento sobre el enfoque de la integración regional llevada a cabo en África. Si su impacto será positivo o negativo dependerá en gran parte de la respuesta de los países africanos a ellos, es decir si han aprendido del atolladero que han creado y que los EPA han empeorado y concentrar sus esfuerzos en consolidar las comunidades regionales existentes en vez de permitir que los planes globales se conviertan en sustitutos para la acción.

Nkululeko Khumalo

Nkululeko Khumalo es investigador adjunto en política comercial en el Instituto Surafricano de Asuntos Internacionales.

Artículo publicado en AllAfrica, el 12 de marzo de 2009.

Traducido por Pilar Valentín – Gamazo, alumna de la Universidad Pontificia Comillas de Madrid Traducción /Interpretación, colaboradora en la traducción de algunos artículos.

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