África busca fuentes de Energía renovable en el Sol, Viento y Agua

22/01/2018 | Editorial

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África necesita encontrar nuevas fuentes de energía, tanto la energía nuclear como la energía renovable, para garantizar su desarrollo sostenible, amenazado también por el calentamiento global.

La opción nuclear está generando en el continente un interés creciente y una preocupación proporcional. Algunos países ya están muy avanzados en este camino.

El primer país en conseguir un reactor nuclear fue la RDC, en 1959.

En este momento, el país más avanzado es Sudáfrica, que ya cuenta con una nueva central nuclear, construida por Francia.

Varios países han firmado contratos para la construcción de centrales nucleares:
Egipto, Nigeria y Zambia han firmado acuerdos con Rusia, para construir dichas centrales en los próximos años cinco-diez años.

Kenia y Sudan trabajan con China. Ghana con Japón.

El presidente de Uganda Museveni, afirmó el día 18 de enero, que mientras la energía solar no sea más rentable, África no dispondrá de otra alternativa que la nuclear, para conseguir suficiente electricidad para su desarrollo económico.

Al mismo tiempo África está apostando claramente por una energía limpia, ecológica y renovable, que asegure un desarrollo sostenible y respete el medio ambiente, según informa Paolo Frankl, jefe del departamento de energías renovables de la Agencia Internacional de Energía (AIE), con sede en París.

Desde Etiopía hasta Sudáfrica, millones de personas comienzan a tener acceso a la electricidad por primera vez a medida que el continente recurre a proyectos de energía solar, eólica e hidroeléctrica para aumentar la capacidad de generación.

La energía hidroeléctrica proporciona una gran parte del crecimiento económico en Etiopía y Uganda, gracias a que utilizan las aguas del rio Nilo, para aumentar el número de centrales hidroeléctricas, como las de Jinja, Bujagali y Karuma Falls en Uganda y la Grand Renaissance en Etiopia, de 6.000 megavatios, que es la mayor central de África.

La energía solar se está desarrollando sobre todo en Sudáfrica, aunque otros países como Nigeria, Kenia, Burkina Faso, Tanzania, Etiopía y Namibia comienzan a invertir en placas e instalaciones solares. Las condiciones económicas dificultan su rentabilidad.

La energía eólica también toma impulso particularmente en Sudáfrica, Nigeria, Kenia y Etiopía.

Frankl indicó también que la capacidad de energía renovable en la región subsahariana se duplicará, pasando de los 35 gigavatios actuales a más de 60 gigavatios, si se dan las condiciones adecuadas.

África cuenta con uno de los mejores recursos potenciales de energía renovable del mundo, pero su desarrollo depende de que exista un marco favorable, del gobierno y de la legislación adecuada, asegura Frankl.

La evolución hacia energías bajas en carbono que ayuden a reducir los gases de efecto invernadero está haciendo aumentar la oposición en la industria del carbón y alimentando la incertidumbre en los países donde la creación de empleo estaba vinculada a la minería del carbón.

El compromiso de gobiernos y empresas, tanto en África como en otros continentes, por una energía renovable, limpia y ecológica, va a depender del objetivo prioritario que elijan en sus políticas y proyectos.

El apostar por fuentes de energía renovable y ecológica supone que el objetivo primero es promover un desarrollo sostenible para todos los ciudadanos, por encima del máximo lucro económico de las empresas y entidades financieras.

Esto supone una nueva y diferente política financiera, más colaborativa y ética, para asegurar en primer lugar el bien común de las personas y del planeta.

Lo más urgente y necesario es: priorizar un desarrollo sostenible y ecológico para todos los pueblos por encima del lucro económico de una minoría, a costa de la mayoría y del Planeta.

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