A pesar de las elucubraciones de HRW, entre entregar a Ntaganda o la paz, la elección es clara

30/10/2010 | Opinión

No sabemos por qué motivo el asunto Ntaganda volvió a la superficie recientemente. Los observadores son del parecer que este asunto, que sigue manteniendo una cierta actualidad, constituye uno de los instrumentos de diabolización del gobierno congoleño.

Justamente cuando se advierten determinadas posturas atrevidas contra la RDC, la ONG británica considera que ha llegado el momento de volver a sacar a la luz el expediente Bosco Ntangada. Por muy curioso que pueda parecer, esto ocurrió cuando el gobierno pensaba resolver el problema planteado por el CNDP, por el que los oficiales y soldados se negaron a ir a operar bajo la bandera en otro lugar que no fuera en las provincias de Kivu.

Para justificar esta negativa, el CNDP denunció el incumplimiento de los acuerdos. Bastaría con que el gobierno entregara a Bosco Ntaganda para dar al CNDP otro motivo para una revuelta. Todo el mundo, como las ONG internacionales, recomienda a voz en grito al gobierno que proteja a la población civil. Lo que sucede es que uno de los medios para instaurar la paz en Kivu, es la no-cooperación con el TPI [Tribunal Penal Internacional] respecto al caso Bosco Ntaganda. ¿Insistir en que la RDC entregue a Bosco Ntaganda no es pedirle al gobierno congoleño que haga volar el dique antes de haber descartado el peligro de inundación? Es en este punto donde resulta estar la petición de HRW, simplemente una locura, una verdadera burla hacia la RDC y particularmente hacia las poblaciones que aspiran a la paz en esta parte del territorio congoleño. HRW que se otorga un poder que surge de no se sabe dónde, pidió a la RDC “detener urgentemente al ex rebelde Bosco Ntaganda». La justicia que reclama HRW abre un camino hacia otras situaciones propicias a las violaciones, por lo que pensamos que debe buscarse romper con este círculo vicioso.

Para HRW, «el gobierno congoleño debería proceder a la detención urgente» del ex – jefe de estado mayor de la rebelión tutsi – congoleña del Congreso Nacional para la Defensa del Pueblo (CNDP)», sin hacer referencia en ningún momento a veracidad de las razones señaladas por la RDC para proteger a Bosco Ntaganda. Sin duda, parece exagerado para la causa, imputar a Bosco Ntaganda otras matanzas tras la detención de Nkunda. «La mayoría de las personas tomadas como blanco por Ntaganda son miembros de la familia o de antiguos partidarios de Nkunda», afirma HRW. Aparentemente, se quiere reprochar a Bosco Ntaganda la neutralización de Nkunda, gesto que “puso fin” a la guerra en el Este de la RDC. La opinión se pregunta por qué HRW no se preocupa de Nkunda. Por qué no se presiona a Ruanda para que sea puesto a disposición del Juez.

El razonamiento de HRW es asombroso. Esta ONG pretende hacer creer que Bosco Ntaganda «constituye una amenaza para los habitantes del Este del Congo y resta credibilidad a la política del gobierno congoleño de tolerancia cero ante los atentados contra los derechos humanos». He aquí la paranoia que subsiste bajo la acción de HRW.

Es el famoso «No kunda, no trabajo». Pide a la MONUSCO finalizar cualquier colaboración con la RDC. Se comporta como si la RDC implorara de rodillas la presencia de la MONUSCO. Mientras los dirigentes congoleños pedían la retirada progresiva de la MONUC, HRW lloraba a lágrima viva.

Joaquín Diana G.

Publicado por Joaquín Diana G., Groupe Avenir, el 13 de octubre de 2010.

(Afrique Actu, 13-10-10)

Traducido por Mariola Foix.

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