A las víctimas del doble genocidio en Ruanda

14/07/2014 | Editorial

Me ha impresionado el testimonio de José Carlos Rodríguez sobre la escritora ruandesa Angelique Umugwaneza, quien acaba de publicar un libro, titulado: “A las victimas del doble genocidio de Ruanda”. Podéis saborear su testimonio en nuestra Web, donde nos anima a leer la extraordinaria experiencia de Angelique narrada en su reciente libro.

Angelique Umugwaneza es una ruandesa hutu, que tenía 12 años cuando se desencadenó el genocidio de 1994. Ella, con su familia, se refugió en la región de Kivu (RDC), sufriendo y encontrando por el camino la persecución constante de los soldados del gobierno ruandés. Angelique formaba parte de los dos millones de hutus que se refugiaron en Kivu y quienes en su inmensa mayoría no tenían ninguna responsabilidad en el genocidio del 94.

Angelique sufrió en su propia persona y en su familia la violencia desatada en su país, intentando ayudar a todas las personas víctimas de la violencia. Angelique narra y habla de su experiencia en los dos genocidios: el de los ruandeses tutsis en el 94, y el de los ruandeses hutus, a partir sobre todo del 94, que tuvo lugar en Ruanda y en la RDC.

Este segundo genocidio, del que no se quiere hablar, y que todavía continúa con un silencio cómplice de la comunidad internacional, está muy bien documentado en los Informes de la ONU (2012), de Amnistía Internacional y de Human Rights Watch, etc.

Según dichos informes, más de seis millones de personas: ruandesas y congoleñas han sido víctimas de la violencia provocada por milicias armadas en la región de Kivu, apoyadas por los ejércitos de los países vecinos.

Angelique dice: “Como superviviente de los dos genocidios, tengo que hablar”.Tras dos años viviendo en la penuria más absoluta en unos campos llenos de violencia y amenazas, (94-96), la autora y su familia comenzaron un larguísimo éxodo a pie de unos dos mil kilómetros para escapar del ejército de Paul Kagame, que bombardeó y minó campamentos de refugiados, además de masacrar a tiros o a machetazos a miles de ellos cuando les daba alcance. Angelique cuenta algunas de estas masacres, como la realizada en el bosque de Tingi-Tingi, donde existen fosas comunes de miles de cadáveres. Durante aquel tiempo, la ONU escribió una de las páginas más vergonzantes de su historia al desentenderse de estos crímenes de guerra y ponerse del lado de Kagame. Y ¿dónde estaba la comunidad internacional?

Angelique, decidió seguir adelante en su éxodo, primero a Congo Bazzaville y después en la Republica Centro-africana. Su madre y uno de sus hermanos murieron en el camino.

Angelique representa no solamente a las personas ruandesas que sobrevivieron los dos genocidios, sino que después fue premiada por el gobierno danés con la posibilidad de hacer un doctorado en Dinamarca en ciencias políticas.

Una mujer de tal calidad humana y política no se quedó en Dinamarca sino que ha regresado a la Republica Centroafricana, para seguir ayudando como mediadora en los conflictos de la región y para promover la integración de todos los ciudadanos en esta región tan conflictiva.

Anguelique es sin duda otra extraordinaria mujer de África y una inspiración para todos los líderes en como dedicarse a promover el Bien de todas las personas.

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