20 AÑOS DE GENOCIDIOS EN RUANDA Y EN LA R.D. DEL CONGO.

7/04/2014 | Editorial

Es necesario RECORDAR (“Kwibuka” en la lengua de Ruanda) la Historia para APRENDER de ella.

La convivencia entre las tres etnias ruandesas: hutus, tutsis y twa, se fue rompiendo con la lucha por el poder de grupos radicales tutsis o hutus y por la manipulación de los colonos belgas y otras potencias mundiales.

La masacre de 350.000 hutus en Burundi en 1971-2, es un ejemplo de la confrontación entre los radicales de los dos grupos, en toda la región.

Hoy 7 de Abril, comienzan en Ruanda los actos conmemorativos del terrible genocidio, que se desencadenó con el derribo del avión presidencial de J. Habyerimana (hutu), el 6 de abril 1994, según el juez francés Bruguiere, por el Frente Patriótico Ruandés (tutsi). Esta fue la última chispa que prendió una hoguera infernal!

Entendemos por genocidio: un delito que comprende los actos perpetrados con la intención de destruir, total o parcialmente, a un grupo nacional, étnico, racial o religioso como tal.
El historiador y sociólogo Michael Mann afirma que el siglo XX ha sido devastador , tanto por el número de víctimas (70 millones de personas) como por la extrema crueldad de las agresiones.
Cuando el ser humano pierde la razón y el corazón, se convierte, por el odio y ansia de poder, en el animal más feroz de todas las bestias.

RECORDAMOS PUES:

A todas las personas ruandesas inocentes que sufrieron lo indecible por el odio y deseo de poder de los grupos radicales de ambos lados. Honramos a los miles de buenos samaritanos-as en Ruanda que supieron acoger a personas en peligro, fueran del lado que fueran. Celebramos a tantas mujeres ruandesas y religiosos-as que supieron acoger con compasión y dar su vida por las personas perseguidas, como lo hizo Joaquin Vallmajo y miles de testigos solidarios hasta el final.

– A todas las personas personas ruandesas (hutus), que sufrieron, a partir de 1990, los ataques armados sistemáticos del Frente Patriótico Ruandés (tutsi), procedentes de Uganda, y formando células radicales dentro del país, según el Informe de expertos de EEUU: Informe de Robert Gersony, de octubre 1994.

– A todos los ruandeses-as, (tutsis y moderados hutus: unas 800.000 personas), que fueron asesinados-as durante el genocidio, de abril a julio 1994. Fue una de las mayores tragedias de la Humanidad.

– A los miles de personas ruandesas (hutus), que sufrieron, a partir de 1995, la venganza sistemática del nuevo régimen tutsi y fueron eliminadas en Ruanda, según testigos y el Informe Gersony de 1994.

– También recordamos a los 2 millones de hutus, que se refugiaron en la región vecina del Kivu, de la RDC, y a los 200.000 de ellos, que han sido eliminados en Kivu. (“Le Monde” de octubre 2010, el Informe de la ONU: “Mapping Report” de octubre 2012, y “Ediciones Sources du Nile” del 14.2.2012).

– El informe del “International Rescue Committee” estima que 5,4 millones de personas, sobre todo congoleños-as, han sido asesinadas en las regiones de Kivu norte y sur, desde 1996. Durante 2011-2013 solamente, más de 3 millones de personas fueron desplazadas de sus tierras. El Informe de la ONU de 2012, hace responsable al régimen de Ruanda de los masacres de la RDC, a partir de 1996. Estos crímenes, si fueran llevados a un tribunal, constituirían un genocidio mas de terrible magnitud.

– A todas las personas ruandesas (hutus) que sufren en las cárceles del país, como Victoria Ingabire y otros líderes de la oposición, o que son perseguidos en exilio por criticar la represión del régimen. Según “Amnistía Internacional” y “Human Rights Watch”, los abusos de Derechos humanos en Ruanda son otro drama lamentable, para el 80% de la población (hutu).

– El régimen tutsi solo ha culpabilizado a toda la población hutu, exigiéndoles que pidan perdón públicamente, incluso cuando nacieron después de 1994. Esto supone una ofensa grave a la dignidad de las personas y a sus Derechos Humanos.

APRENDEMOS QUE:

– Ruanda experimenta un importante crecimiento económico: el número de personas empobrecidas ha descendido en los últimos 20 años, del 78% a un 45%. La salud y la educación han mejorado. La esperanza de vida ha subido de 30 años a 59 años.

– EEUU y Reino Unido siguen contribuyendo (en 2013: 350 millones de dólares) a Ruanda. Nos preguntamos si será: por solidaridad, por mala conciencia de su pasividad durante tanta violencia o por intereses personales en los llamados “minerales de sangre” que proceden de la explotación y violencia, en Kivu, pero que se exportan a través de Kigali y Kampala. (El 95% del oro y el 85% del coltán).

El papel de la comunidad internacional, en Ruanda y en la RDC, ha sido y sigue siendo lamentable, eligiendo a sus aliados locales según sus intereses, mientras toleran y apoyan tanta violencia, y además explotan el coltán, oro y otros minerales raros y vitales. Unas 400 multinacionales europeas están beneficiándose de estos “minerales de sangre” de la RDC. Lo primero que debe hacer la comunidad internacional es “quitarles el pie de encima” y dejar de esclavizar a los poblaciones locales expropiándolas de sus tierras, recursos y de una vida digna. Una cooperacion internacional más justa y ética es vital.

Las mujeres congoleñas de Kivu sufren lo indecible: La representante de la ONU sobre violencia sexual, Margot Wallstrom, estima que unas 40.000 mujeres han sido violadas y torturadas entre 2006-2007 y unas 30.000 más entre 2011 y 2013. Conviene precisar que más de la mitad de tales abusos suelen ser ocultos, con lo cual este drama humano aun sería más trágico.

– Otra consecuencia de la violencia es que un 87% de los congoleños viven empobrecidos. Ante esta vergüenza para la humanidad, los líderes guardan silencio y continúan enriqueciéndose.

– Si no logramos integrar, a nivel nacional e internacional, a todas los personas: de diferentes etnias, culturas, religiones, ideas políticas etc., jamás superaremos el circulo vicioso de la violencia y podremos construir un mundo más justo, humano y solidario.

Necesitamos aprender de líderes íntegros como Nelson Mandela que supo integrar a todos en un proyecto de Bien común.

– Es indispensable empoderar a todos los ciudadanos-as con una educación holística para que puedan participar activamente en la construcción de un desarrollo integral para todos y no solo para una minoría.

– Es necesario elegir líderes que sepan promover integración, reconciliación y desarrollo sostenible, evitando toda exclusión social, que solo genera más violencia. Semejantes lideres parecen ser dificiles de encontrar.

– Necesitamos una ONU y otras ONG más éticas, justas y valientes.

Las personas sabias aprenden de sus errores para no repetirlos, superando la espiral del odio y de la opresión, con el respeto, aprecio y colaboración mutuos.

Todos los dictadores de África y del mundo seguirán siendo egoístas, crueles y necios, hasta que les retiremos el poder que han manipulado y que seguimos tolerando.

No existe paz y desarrollo sostenible sin: educación holística, líderes íntegros, justica social, reconciliación y participación de toda la sociedad.

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