100 días de Weah como Presidente de Liberia

14/05/2018 | Opinión

Durante la mayor parte de las tres últimas décadas, George Weah ha sido mejor conocido como un ícono del fútbol. Pero durante los últimos 100 días han sido sus acciones como el nuevo presidente de Liberia las que han acaparado los titulares.

Weah llegó al poder el 22 de enero del presente año después de derrotar al entonces vicepresidente Joseph Boakai en la segunda vuelta electoral con 61.5%. Weah, senador de 51 años, presentó un programa de cambio integral, ganando el apoyo de muchos jóvenes liberianos y poniendo fin al gobierno de 12 años del Unity Party.

Weah prometió que con su partido de Coalición para el Cambio Democrático (CDC) en el cargo reformaría la economía, combatiría la corrupción y el nepotismo, y marcaría el comienzo de una nueva era de esperanza para Liberia. ¿Cuál es el balance a los 100 días en el cargo?

¿Ponerse al día con la economía?

En su campaña, Weah prometió dirigir un gobierno «a favor de los pobres» y afirmó que «transformar las vidas de todos los liberianos» sería el centro de su presidencia. Prometió cambiar una economía que aún lucha por recuperarse después de la crisis del Ébola 2014-15 y hacer que Liberia sea un lugar atractivo para hacer negocios. Para abordar el desempleo juvenil, dijo que impulsaría los fondos para la educación a fin de mejorar las instituciones académicas y los cursos vocacionales.

Al llegar a la presidencia, el presidente Weah fue franco sobre el tamaño de los desafíos que se avecinaban: «Nuestra economía está rota. Nuestro gobierno está en la ruina. Nuestra moneda está en caída libre. La inflación está aumentando. El desempleo está en un nivel sin precedentes y nuestras reservas de divisas están en su punto más bajo».

weah-george-2.jpgEn un acto simbólico, el presidente anunció que había recortando su propio salario en un 25% y cumplió su promesa de campaña de suprimir las tasas de exámenes para alrededor de 34.000 estudiantes de secundaria. El gobierno anunció planes para proporcionar un sistema de registro digital y wifi gratuito en la Universidad de Liberia. Se comprometió a pagar los salarios de cientos de maestros y ocupar las plazas vacantes.

Weah anunció también algunos planes ambiciosos a más largo plazo. Por ejemplo, dio los primeros pasos en la construcción de un hospital militar, dedicando 200.000 dólares para un estudio de viabilidad y ordenando que la mitad de los fondos para el hospital estuviesen disponibles de inmediato. Con solo el 10% de las carreteras de Liberia pavimentadas, negoció un memorándum de entendimiento de 536 millones de dólares con un conglomerado asiático para construir una autopista costera. Y el gobierno reveló la próxima construcción de un moderno centro de convenciones en la capital, Monrovia, que será financiado por la India.

Estos planes han despertado preocupaciones entre los críticos. Algunos, por ejemplo, han sugerido que el dinero estaría mejor empleado en las instalaciones médicas existentes antes que en un nuevo hospital; el director médico de Liberia declaró, en abril, que varios servicios tendrían que cerrarse debido a la falta de fondos. Otros han cuestionado si Liberia puede permitirse pedir prestados cientos de millones para proyectos de infraestructura cuando los niveles de deuda son ya altos. Mientras tanto, otros han preguntado si estas prioridades son realmente «en favor de los pobres» y enfatizaron preocupaciones más acuciantes como los barrios marginales y las comunidades rurales.

¿Un objetivo personal sobre la corrupción?

Al postularse para el cargo, Weah criticó con violencia la corrupción y el nepotismo evidentes bajo la presidencia de Ellen Johnson Sirleaf. En su discurso inaugural repitió promesas para poner fin a la corrupción desenfrenada y traer una nueva clase de funcionarios. «Creo que el mandato abrumador que he recibido del pueblo liberiano es un mandato para terminar con la corrupción en el servicio público», dijo. «Es hora de ser honesto con nuestra gente. Aunque la corrupción es un hábito, debemos acabar con ella».

Dada su reputación relativamente intachable, muchos creen que Weah tiene credibilidad para abordar este problema. Pero poco después de su toma de posesión, el nuevo presidente comenzó a cometer preocupantes errores. Su elegido para ministro de Justicia, por ejemplo, había perdido su licencia legal después de haber estafado 25.000 dólares a un cliente, lo que llevó a Weah a retirar la nominación.

El presidente también fue criticado cuando reemplazó al jefe del secretariado de la Liberia Extractive Industries Transparency Iniciative. Junto con figuras de la oposición y los medios de comunicación, Global Witness insistió en que el presidente no está autorizado para hacer ese nombramiento y advirtió que la medida amenazaba con socavar la independencia del cuerpo crítico contra la corrupción.

Hubo reacciones negativas de extrañeza cuando se supo que tres de los hermanos de Weah habían sido empleados en el puerto de Monrovia. Fueron reclutados por la directora ejecutiva interina de la Autoridad Portuaria Nacional, Cecelia Cuffy-Brown, una persona designada por Weah. Esto no solo traía a la memoria nombramientos de miembros de la familia de la expresidenta Sirleaf a puestos clave, sino que una investigación de FrontPageAfrica sugería que a los nuevos contratados se les pagaba un salario cuatro veces mayor que los sueldos, de incluso, los jefes de sus departamentos.

Veteranos, niños y comodines

En las elecciones, Weah prometió cambiar cómo se gobierna Liberia, incluso a través de sus nombramientos. Desde que llegó al cargo, sin embargo, se ha dado cuenta de que esta puede ser una estrategia difícil y arriesgada a realizar.

La elección por el presidente de algunos jóvenes recién llegados para puestos gubernamentales, por ejemplo, se ha enfrentado a críticas. El analista político Sampson Doe comentó que «Cuando el presidente designa a un estudiante expulsado de la Universidad de Liberia para que ejerza como ministro adjunto de agricultura sabiendo muy bien que este ministerio es un pilar clave de la agenda pro pobres propuesta por el presidente en Liberia, te indica hacia dónde nos dirigimos».

Weah se enfrenta, también, a otro complicado desafío al elegir su equipo. En las elecciones, eligió a Jewel Howard-Taylor, la exesposa del expresidente y convicto criminal de guerra Charles Taylor, para ser su vicepresidenta. Ella atrajo el apoyo de los seguidores del exlíder, pero también provocó críticas nacionales e internacionales al sugerir que el gobierno de Weah continuaría con el legado de Taylor.

No está claro qué influencia ejerce la nueva vicepresidenta dentro de la administración, pero Weah ha reclutado, de forma notable, a varios aliados del antiguo señor de la guerra para cargos gubernamentales. Charles Bright, una figura clave en la guerra civil y exministro de finanzas bajo el presidente Taylor, por ejemplo, ha recibido amplios poderes como asesor económico de Weah, lo que ha llevado a algunos a referirse a Bright como «el nuevo primer ministro de facto».

Emmanuel Shaw, otro exasociado de Taylor y ministro de finanzas, fue nombrado como asesor especial. Este se ha enfrentado a numerosas alegaciones de corrupción y quizás se le recuerda mejor en Liberia por diseñar la compra de un costoso jet bajo el régimen de Samuel Doe, que supuestamente vendió antes de escapar a Sudáfrica.

Estos nombramientos han molestado a muchas personas, incluidos partidarios de Weah. Como escribió Lester Tenny, profesor asistente de economía en la Universidad de Liberia, «La agenda a favor de los pobres nunca fue concebida para ser llevada a cabo con niños sin experiencia e incluyendo a aquellos cuyos antecedentes en este país son sórdidos y sucios con olor a corrupción».

Los partidarios de Weah también se han sentido decepcionados por la postura del nuevo gobierno ante el informe de la Comisión de la Verdad y la Reconciliación (TRC) de 2010. El CDC en el poder había prometido implementar las recomendaciones de esta investigación sobre 14 años de conflicto civil. Estas incluían la exclusión de varias personas de cargos públicos y hacer que los perpetradores de violaciones de derechos humanos pagaran reparaciones a las víctimas. Sin embargo, una vez en el cargo, el CDC ha declarado que no podía seguir las recomendaciones debido a la frágil situación de seguridad.

Los primeros 100 días en el cargo del presidente Weah han podido ser un duro despertar para la exestrella del fútbol. Ya se ha enfrentado a algunos desafíos de alto nivel y ha experimentado algunos tropiezos en la consecución de su ambiciosa agenda. Sin embargo, algunos expertos comentan que la euforia sigue siendo alta entre los partidarios de CDC. Unos pocos meses difíciles que han podido magullar a Weah, pero sigue siendo un faro de esperanza para muchos jóvenes liberianos desilusionados por la era anterior.

Stephen D. Kollie


* Stephen D. Kollie es un periodista liberiano independiente residente en Monrovia. Anteriormente trabajó para FrontPage África. Puede ser contactado en facebook.com/stephen.kollie.7

Fuente: African Arguments

[Traducción, Jesús Esteibarlanda]

[Fundación Sur]


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